Saludos a todos mis potenciales lectores, mi nombre es Cristóbal Martínez y lo primero que me gustaría hacer en este nuevo blog de libros es presentarme ante todos. En este mundo digital en el que vivimos es normal que cada vez haya más blogs sobre un mismo tema y que los espacios web se vayan caracterizando más por las personas que los dirigen que por el tema que trata, así que lo primero de todo es hablar sobre mí mismo.
Echando un vistazo a otros blogs similares en los que pretendo inspirarme he deducido que lo más importante es imprimir la personalidad del redactor en cada uno de ellos y establecer una relación cercana entre usuario y blogger. Así las cosas, me gustaría hablar sobre mí, mis inquietudes, mi pasado, mi presente y mi posible futuro.
La pasión por la escritura y la pasión por los libros
A pesar de haber nacido en Alcalá de Henares, como Miguel de Cervantes, y de que actualmente sea un apasionado de la literatura, cuando era pequeño no me gustaba nada leer. Nací en el seno de una familia humilde cuyas esperanzas estaban depositadas en su primogénito, mi hermano Carlos.
Al contrario que yo, él era un prodigio en la escuela que no tardó en encontrar su lugar en el mundo laboral y hoy en día vive felizmente en el centro de Madrid. Yo, por otro lado, siempre fui algo más torpe y más vago, decidí estudiar en Salamanca y nunca saqué muy buenas notas en nada de lo que hice.
Fue por aquel entonces, en Salamanca y de forma bastante repentina, cuando me entró la curiosidad por la literatura. Quizá fuese porque también es una ciudad conocida por sus fantásticos escritores, como Miguel de Unamuno, quien fuera en su día rector de la Universidad. Comencé a leer tarde, pero ávido y con dedicación. Con el paso del tiempo comencé a escribir también y hoy en día trabajo redactando artículos para varios periódicos digitales y algunos blogs.
Además de ello, a pesar de tener más de treinta años, todavía sueño con llegar a ser novelista algún día. Tengo entre manos varios proyectos, algunos los he presentado a varios concursos que, por desgracia, no he ganado, pero confío en que algún día me sonreirá la suerte.