No es demasiado corriente en la literatura española que un escritor cree un universo propio, sólido y conectado de forma impecable. Dándole vueltas a este aspecto, que quizá no sea tan común en la literatura en general, me encontré el otro día alabando la circular obra maestra de Carlos Ruiz Zafón. Se trata de un pasadizo de libros en el que da igual qué puerta abras primero. Está compuesto por cuatro novelas: “La sombra del viento”, de 2001, “El juego del ángel”, de 2008, “El prisionero del cielo”, de 2009 y “El laberinto de los espíritus”, de 2016.
Todas las historias de estas novelas están relacionadas entre sí, pero no tienen un orden de lectura preestablecido, así que da lo mismo si empiezas desde el último que se publicó hacia atrás o de forma salteada. El hilo conductor de todas estas historias es un espacio místico, una gigantesca librería que se encuentra en algún punto poco concreto de Barcelona donde para llevarte un libro tienes que depositar otro en su lugar.
Partiendo de esta base, los personajes que aparecen en las novelas también guardan cierta relación entre ellos, incluso algunos protagonistas reaparecen en varios libros, pero las historias son suficientemente independientes como para poder disfrutar cada escrito por separado. Por desgracia, un par de años después de cerrar esta tremenda saga, su autor Carlos Ruiz Zafón comenzó a padecer un cáncer de colon que puso fin a su vida a los 55 años de edad, el 19 de junio de 2020. Esta fecha me marcó ya que, la misma mañana que terminé de leer por primera vez El laberinto de los espíritus y completé así la saga, también fue el 19 de junio de 2020.
Un recorrido por la saga
A pesar de ser una saga que se ha publicado en más de 40 países, en muchos sitios está algo infravalorada. Su ambientación en Barcelona durante el siglo XX es espectacular, destacando en la narrativa aquel aspecto gótico de la parte antigua a juego con su arquitectura y su aura embrujada. La red de personajes que pertenecen a diferentes generaciones de una misma familia está perfectamente tejida y los retales de la dura Guerra Civil quedan representados con maestría en cada relato.
He de confesar que, cuando comencé a leer este conjunto de novelas, ya se habían publicado dos de ellas. Más adelante publicaron la tercera, que es algo más corta y sirve más bien como nexo entre los personajes de las dos anteriores. Tuve que esperar pacientemente a que se publicase la última, pero cuando llegó 2016, ya no recordaba con precisión todo lo que había ocurrido anteriormente en la saga y tuve que esperar hasta que por fin me leí de nuevo todos los libros y terminé la saga.
La obra que dio debut al cementerio fue “La sombra del viento” cuyo protagonista, Daniel Sempere, protagoniza una enrevesada trama de investigación con diferentes tramas superpuestas, a cada cual más emocionante. El nombre de la novela se lo da una novela dentro de la ficción escrita por un misterioso autor, Julián Carax. Durante la aventura que vive Daniel tratando de descubrir quién es Carax, la violencia y la destrucción de la guerra toma protagonismo en boca de varios personajes devastados.
Como debut fue espectacular y creo que ninguno de los otros libros llegó a hacerle “sombra”. En cualquier caso, no es más que una de las diferentes Barcelonas del universo que nos plantea Zafón. Con “El juego del Ángel” nos ponemos en la piel de un bohemio escritor llamado David Martín. Se trata, desde mi punto de vista, de la novela más oscura de todas y la más interpretable. Nos encontramos con una serie de crímenes en extrañas circunstancias y una suerte de encarnación de El Diablo en un editor extranjero llamado Andreas Corelli.
Más adelante descubrimos que la carismática pupila de nuestro protagonista, Isabella, era la futura madre de Daniel Sempere. Zafón elaboró tramas cuidadosamente que terminan encajando como anillo al dedo.
El tercer libro publicado volvía a tener como protagonista a Daniel Sempere y a su inestimable amigo Fermín Romero de Torres, de quienes también se habla en “El laberinto de los espíritus”. En esta última novela, la protagonista pasa a ser Alicia Gris y lleva a cabo una investigación con tintes de novela negra que no pierde la intriga en ningún momento.
Conclusión
En resumidas cuentas, se trata de una obra maestra llevada a cabo con minuciosidad y dedicación, cuatro libros publicados a lo largo de 15 años que personajes de la talla de Stephen King han elogiado. Una renovada representación de la novela gótica con tramas de intriga, violencia, historia, amor y amistad.
Para desgracia de muchos, el propio Zafón dijo que su serie de libros jamás se llevaría al cine debido en gran parte para mantenerse fiel al medio que ensalza: la literatura. Son relatos que hibridan perfectamente elementos fantásticos e históricos y confluyen de forma satisfactoria para cualquier lector. No es una saga demasiado adulta ni demasiado infantil, aunque posee un aura deliberadamente oscura para capturar esa esencia gótica que tanto caracteriza la particular visión de Barcelona que tenía Zafón.